Limasol: soleada y sofisticada

La ciudad costera de Limasol, en Chipre, es la segunda más grande de la isla después de su capital, Nicosia, y está situada entre los antiguos enclaves de Amathous, al este, y Kourion, al oeste. Esta bulliciosa e histórica ciudad portuaria, a la que los griegos llamaban Lemesos, ofrece mucho que descubrir. Al igual que el resto de Chipre, Limasol ha visto aparecer y desaparecer muchos imperios y conquistadores, y ha absorbido las culturas y sabores que todos ellos trajeron consigo para convertirse en uno de los puertos más cosmopolitas del Mediterráneo (y, hoy en día, del mundo entero). Si enciende una radio en Limasol en cualquier momento del día, es probable que escuche desde música pop griega, chipriota y libanesa hasta noticias israelíes o DJ ingleses; la ciudad es todo un cruce de caminos del Mediterráneo.

Centro histórico y puerto deportivo de Limasol

El castillo medieval de Limasol fue erigido por Guy de Lusignan en 1193 y es el lugar donde Ricardo Corazón de León se casó con Berenguela de Navarra, la Cleopatra de su tiempo (Cleopatra también pasó por Chipre, pero esa es otra historia). La vivaz zona peatonal que lo rodea está repleta de restaurantes y cafés con terraza. En el puerto deportivo de Limasol encontrará tanto tradicionales tabernas grecochipriotas de meze como sofisticados restaurantes, parrillas libanesas y muchos locales contemporáneos que rinden homenaje al patrimonio único de la isla de Chipre. Uno de ellos es la taberna Karatello, un antiguo molino de algarroba reformado junto al castillo medieval de piedra. Pruebe su ensalada Karatello: una sabrosa mezcla de queso halloumi frito, tomate y granada con vinagreta de algarroba. Los lugareños se sienten orgullosos de la gran variedad de restaurantes y atracciones culturales de su ciudad. La arquitectura colonial británica de su concurrido centro histórico es ciertamente atractiva, pero, por suerte, Limasol también es una maravillosa ciudad de playa. En el paseo marítimo, pegado a la orilla y repleto de bares, podrá disfrutar del mar y encontrará muchos lugares para darse un refrescante chapuzón. Si continúa por él, llegará al moderno puerto deportivo de Limasol, que cuenta con fantásticos restaurantes y tiendas de lujo para los lugareños y visitantes. Con un corto trayecto en taxi podrá descubrir fantásticas playas, como las de Lady’s Mile y Governor’s Beach. A los aficionados a la historia les gustará saber que el castillo Kolossi, famosa fortaleza de los cruzados, se encuentra a solo 15 kilómetros al oeste del centro de Limasol.

Curio

Curio (Kourion) fue una de las ciudades-estado más importantes de Chipre en la antigüedad. En el año 365, un tremendo terremoto la arrasó por completo, dejando solo sus evocadoras ruinas. Actualmente, el emplazamiento se encuentra en los límites de una Base Soberana Británica (el Reino Unido mantiene dos bases en Chipre). En el emblemático anfiteatro grecorromano de Curio, situado en lo alto de un acantilado frente al Mediterráneo y construido en el siglo segundo, se celebraban peleas de gladiadores, juegos de caza y espectáculos de teatro. En la actualidad, siguen representándose obras de teatro en él. Al este del anfiteatro encontrará las ruinas y mosaicos de la casa de Eustolios, del siglo quinto. Originalmente, la construcción era una villa privada, pero se transformó en una casa de baños pública a principios del período cristiano. El santuario de Apolo Hylates, un importante santuario panchipriota, está a menos de 2 kilómetros de distancia. Si lo suyo es el sol, le encantará la playa de Curio, que se encuentra casi bajo el antiguo anfiteatro, a una corta distancia en coche.

Omodos y Troodos

En la antigüedad, las uvas rojas y blancas autóctonas de Chipre se recolectaban y se secaban al sol para elaborar una libación que, según se cuenta, tomaba Cleopatra. La bebida acabó conociéndose como commandaria: un vino tinto dulce muy del gusto de la realeza europea medieval. Es uno de los vinos conocidos más antiguos del mundo. Obtuvo su nombre del área de Limasol y alrededores, que fue gobernada por los caballeros de San Juan en el siglo doce. Aventúrese a pasear por las encantadoras rutas del vino de las pintorescas estribaciones de la campiña de Limasol, donde podrá visitar el precioso pueblo de Omodos. Sus calles llenas de flores y paredes encaladas recuerdan a las islas griegas. Las laderas que se elevan detrás de Limasol ascienden hasta las montañas de Troodos, donde las temperaturas son frías incluso en verano. Allí podrá ver muflones salvajes y monasterios e iglesias bizantinos que resisten el paso del tiempo. En el Chipre griego ortodoxo se conservan varias iglesias pintadas, famosas por sus coloridos y únicos frescos bizantinos y posbizantinos. Diez de estas iglesias, que datan de los siglos XI al XVII, se encuentran en Troodos, y han sido declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO. La ruta de Solea, desde Nikitari a Kakopetria, se extiende unos 138 kilómetros. Incluye la iglesia de Panagia Tis Asinou, la iglesia de Panagia Tis Forviotissa, en Nikitari, las iglesias de Panagia Podithou, Archangelou, Panagia y Agios Sozomenos, en Galata, y la iglesia de Agios Nikolaos Tis Stefis, en Kakopetria.

Pafos

Muy cerca de Limasol se encuentra la cueva de Afrodita, diosa original del amor. A los románticos empedernidos les encantará saber que, a solo 1 hora de viaje en coche hacia el norte, por la carretera de la costa, se encuentran los hermosos acantilados blancos bajo los cuales, según la leyenda, Afrodita emergió de la espuma del mar (en la roca de Petra tou Romiou) para comenzar a lanzar sus hechizos románticos. El culto a Afrodita floreció en la isla a partir del siglo XII a. C. con los griegos micénicos. Encontrará un santuario dedicado a Afrodita en Paleo Pafos, junto a la carretera que conduce a Pafos. Es en esta ciudad costera donde, más tarde, san Pablo lograría convertir al procónsul romano Sergio Paulo al cristianismo. En la parte baja de la ciudad, llamada Kato Pafos, podrá disfrutar del mar azul, a un lado, y de un amplio y animado paseo marítimo, coronado por un fuerte otomano, al otro. No muy lejos del puerto podrá descubrir los mosaicos romanos bellamente decorados de la casa de Aion. Esta construcción, del siglo cuarto d. C., es la joya de un destacado parque arqueológico declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Los mosaicos, que datan del período romano de la isla (58 a. C. a 330 d. C.) se pueden admirar a la perfección desde pasarelas elevadas. En el parque arqueológico también podrá admirar unas impresionantes tumbas reales subterráneas, talladas en sólida roca, que datan del período helenístico de Chipre. ¡Le asombrarán!

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