
Una vez allí, dé un breve paseo hasta el puerto, donde se subirá a bordo de un barco en el que surcará el paisaje virgen del ecosistema protegido de la bahía de Mali Ston y sus islotes en dirección a nuestro destino: un vivero de ostras y mejillones.
Al llegar al vivero, conocerá a un(a) guía y ostricultor(a) local que compartirá con nosotros los amplios conocimientos de su familia acerca del cultivo de marisco (y quizás también algunos secretos del negocio). En la excursión, descubrirá historias sobre la región, su ecosistema y los beneficios (y retos) del cultivo de la ostra y los alimentos sostenibles en general para el medioambiente.
Una de las muchas ventajas ecológicas de la ostricultura es que, durante el proceso de crecimiento, no se producen apenas emisiones de gases de efecto invernadero ni se gasta agua, pienso, fertilizante ni alimento. Tras una fascinante excursión por el vivero, llega el momento de deleitar el paladar con una degustación de ostras y mejillones frescos maridados con una copa de un delicioso vino de la zona.