Cruce de culturas

Pocas ciudades representan una confluencia de fondo y forma más espectacular que Estambul, una capital grandiosa e inmensa que se encuentra entre las más asombrosas del mundo. Alberga grandes mezquitas e iglesias, palacios y bazares, museos, enclaves de una belleza natural inigualable y, por supuesto, el legendario Bósforo, que discurre entre el Mar Negro y el mar de Mármara, atravesando el corazón de la ciudad por el Cuerno de Oro. La zona europea de Turquía se extiende por la ribera occidental del estrecho y Asia comienza en la costa este, lo que convierte la exótica Estambul en la única ciudad del mundo edificada entre dos continentes. En el siglo seis a. C., Bizancio era una colonia de la antigua ciudad griega de Megara y hubo de pasar mucho tiempo para que Constantino el Grande trasladase aquí la sede del Imperio romano. Durante más de 1500 años, esta metrópolis atemporal fue la capital de varios imperios, ya que la llegada del sultán Mehmed el Conquistador a Constantinopla en 1453 la convirtió en sede del Imperio otomano. En 1923, fue rebautizada como Estambul al fundarse la República moderna. En la actualidad, igual que en el pasado, la convergencia de culturas y la coexistencia de religiones la convierten en un lugar verdaderamente excepcional. En Estambul, las fes islámica, cristiana y judía conviven fácilmente con el animado crisol en que se ha convertido la Turquía moderna.

Bósforo y Cuerno de Oro

La legendaria escritora británica Jan Morris escribió lo siguiente acerca de esta majestuosa ciudad imperial, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1985: “Ningún viaje por Europa ofrece una espectáculo mayor que contemplar Estambul arracimado junto al mar: una solidificación de historia, casas desordenadas, muelles y palacios a lo largo de la costa, cúpulas espectaculares y minaretes vertiginosos, enjambres de barcos y ferris por todas partes, un bullicioso tráfico sobre los impresionantes puentes. Una metrópolis atemporal, familiar para los viajeros desde hace miles de años.” El Cuerno de Oro, un estuario del Bósforo, discurre entre el centro comercial de Karaköy y Sarayburnu, el promontorio del cabo del Serrallo, donde se erige el palacio de Topkapi, la plaza de Sultanahmet y otros muchos monumentos importantes. Frente al Cuerno de Oro y junto al Karaköy se encuentra el distrito de Pera, fundado por genoveses y venecianos en el siglo doce y hogar de la emblemática torre de Gálata, erigida por los primeros. El majestuoso palacio de Dolmabahçe, antigua residencia del sultán y un museo en la actualidad, se encuentra en la costa europea del Bósforo, una zona histórica de mansiones y elegantes yali (villas de madera) en primera línea de costa. Una excursión en barco por el Bósforo ofrece una oportunidad increíble para disfrutarlo en todo su esplendor. El puente del Bósforo se extiende más de 1500 metros sobre el estrecho desde la mezquita Ortaköy, de estilo neobarroco.

Palacio de Topkapi

Topkapi, en el estratégico Serrallo, es el mejor ejemplo de palacio turco otomano. Su construcción se inició en la década de 1460 bajo las órdenes del sultán Mehmed II y es el lugar donde mantenía su corte. El edificio alberga el Mgbaddes Emanetler Dairesi (Pabellón de las Reliquias Sagradas), donde se guardan el Hırka-i Saadet (Santo Manto) y el Sancak-ı Şerif (Santo Estandarte) del profeta Mahoma en cofres dorados, Entre sus tesoros hallará joyas de los sultanes, espadas ornamentales, juegos de cálices y piedras preciosas, la daga de Topkapi, con esmeraldas incrustadas, y un trono con 18 000 perlas engastadas. Asimismo, el palacio acoge los cuarteles de los jenízaros, para las tropas otomanas de élite, y unas 400 habitaciones, parte del famoso harén imperial. Los jardines de Topkapi ofrecen vistas panorámicas de las legendarias aguas del Bósforo y el mar de Mármara.

Hagia Sophia y Cisterna Basílica

Constantino, primer emperador cristiano de Roma, encargó la construcción de Santa Sofía como iglesia imperial en el año 347. Con 50 toneladas de oro, mármol multicolor y más de 170 pilares de otros templos (incluidos los de Atenas y Éfeso), se inauguró 16 años después. Fue pasto de las llamas en dos ocasiones y reconstruida por Justiniano el Grande en 552. Durante más de mil años fue el epicentro de la cristiandad ortodoxa del Este, antes de que Mehmed el Conquistador reconvirtiese su estructura, con una emblemática cúpula gigante, en una mezquita en 1453. En 1935, Santa Sofía volvió a reconvertirse, esta vez en un museo, y muchos de sus mosaicos bizantinos originales, como el de la Virgen María con el niño Jesús y Constantino y Justiniano de pie a cada lado, se han restaurado fielmente. La Cisterna Basílica, del tamaño de una catedral, es una elaborada red subterránea de cisternas construida por 7000 esclavos durante el Bajo Imperio Romano para abastecer con agua el Gran Palacio (y, más tarde, el palacio de Topkapi). Su espectacular despliegue de techos abovedados y columnas iluminadas se encuentra a algo más de 150 metros al suroeste de Hagia Sophia.

Plaza de Sultanahmet y Mezquita Azul

La plaza es el epicentro de la península más histórica de Estambul y alberga algunos de los mejores ejemplos de la arquitectura bizantina y otomana, incluida la Mezquita Azul o del Sultán Ahmed. Construida en el año 1616, la única mezquita del mundo con seis minaretes tiene nada menos que 138 ventanas y recibe su nombre por los bellos azulejos azules de su interior, donde alberga la tumba de su fundador, el sultán Ahmed. Muy cerca de la Mezquita Azul podrá contemplar el obelisco de Teodosio y la antigua columna Serpentina de bronce, situada en el Hipódromo, antiguo circo o estadio de Constantinopla. El Arasta Çarşısı o bazar Arasta está situado en la parte trasera de la mezquita y es un lugar ideal para adquirir piezas únicas de artesanía.

Mezquita de Solimán

Mimar Sinan, arquitecto imperial otomano, imprimió su sello en el paisaje urbano de Estambul al proyectar más de 300 estructuras durante el reinado de tres sultanes, incluido Solimán el Magnífico, que le encargó la construcción de la mezquita de Solimán en 1550. Sinan finalizó las obras siete años después y la cúpula principal, varias cúpulas más pequeñas, cuatro altísimos minaretes y el elegante interior la convierten en uno de los lugares de culto más impresionantes de Estambul. La mezquita se sitúa en la tercera colina de la ciudad, al oeste de la Plaza de Sultanahmet, pero cercada por las antiguas murallas de la ciudad.

Gran Bazar y bazar de las Especias

El Gran Bazar de Estambul, el Kapalı Çarşı, data del año 1461 y es, junto con el bazar de las Especias, una de las paradas más emocionantes que hará en la ciudad. Este bazar cubierto, fundado por el sultán Mehmed el Conquistador para generar ingresos para el mantenimiento de Hagia Sophia, se convirtió en un importante centro comercial durante el periodo otomano. En la actualidad hay de todo, desde antigüedades, oro y joyas, hasta souvenirs económicos y recuerdos únicos en sus más de 3000 tiendas. Igualmente, el bazar de las Especias (también llamado Mısır Çarşısı o Bazar Egipcio) se construyó en 1660 para patrocinar la Mezquita Nueva. Existen unas cien tiendas que venden desde especias, fruta deshidratada y frutos secos hasta joyas, recuerdos y, por supuesto, las famosas delicias turcas y otros dulces tradicionales. Los bazares son un festival para los sentidos y una de las experiencias más auténticas que ofrece Estambul.

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